LOS DINOUSAURIOS
El relato de Génesis y los dinosaurios
"... el relato de la Biblia registrado en el primer capÃtulo del libro de Génesis sencillamente menciona el orden general en que tuvo lugar la creación, lo que permite la posibilidad de que transcurriesen miles de millones de años para la formación de la Tierra y muchos milenios (distribuidos en seis perÃodos creativos o “dÃas”) para su preparación con vistas a ser habitada por el hombre.
Es posible que algunos dinosaurios (y pterosaurios) hayan sido creados en el quinto perÃodo mencionado en Génesis, cuando la Biblia dice que Dios hizo “criaturas voladoras” y “grandes monstruos marinos”, y otros, en el sexto perÃodo. Si se tiene en cuenta la abundancia de vegetación que sin duda existÃa en el tiempo de los dinosaurios, habrÃa sido muy apropiada la presencia de un número tan elevado de animales con un apetito voraz. (Génesis 1:20-24.)
Una vez que los dinosaurios habÃan cumplido su propósito, Dios puso fin a su existencia. No obstante, la Biblia guarda silencio en cuanto a cómo y cuándo lo hizo. De lo que sà podemos estar seguros es de que los dinosaurios fueron creados por Jehová con un propósito definido, aunque de momento no comprendamos cuál fue ese propósito. No vinieron por error, ni fueron producto de la evolución. Su súbita aparición en el registro fósil sin ninguna conexión con algún antecesor fósil y su desaparición sin dejar fósiles de transición, son pruebas en contra de la opinión de que tales animales evolucionaron de forma gradual a lo largo de millones de años. Por consiguiente, el registro fósil no apoya la teorÃa de la evolución. Al contrario, armoniza con el punto de vista bÃblico de que la vida animal fue creada por Dios.
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En cuanto al diluvio,
¿Cuándo ocurrió?
La Biblia ofrece información en orden cronológico que nos permite retroceder en el tiempo hasta el origen de la humanidad. En Génesis 5:1-29 encontramos el relato genealógico que va desde la creación del primer hombre, Adán, hasta el nacimiento de Noé, y el mismo libro dice que el Diluvio comenzó “en el año seiscientos de la vida de Noé” (Génesis 7:11).
Para precisar cuándo sucedió el Diluvio, hemos de partir de una fecha eje, es decir, una fecha aceptada por los historiadores que corresponda a cierto acontecimiento narrado en la Biblia. A partir de ahÃ, podemos hacer cálculos y fechar el Diluvio según el actual calendario gregoriano, de uso generalizado.
Una fecha eje es el 539 a.E.C., año en que el rey persa Ciro tomó Babilonia. Entre los documentos históricos que marcan el tiempo de su mandato figuran los de Diodoro, Africano, Eusebio, Tolomeo, asà como las tablillas de Babilonia. Gracias a un decreto real, un grupo de judÃos partió de Babilonia y llegó a su tierra en 537 a.E.C., poniendo asà punto final a los setenta años de la desolación de Judá, que según las Escrituras habÃan comenzado en 607 a.E.C. Si calculamos la duración de la época de los jueces y los reinados de los reyes de Israel, podemos establecer que el éxodo de los israelitas de Egipto tuvo lugar en 1513 a.E.C. La cronologÃa bÃblica nos lleva otros cuatrocientos treinta años atrás hasta 1943 a.E.C., año en que se validó el pacto con Abrahán. A continuación, debemos tener en cuenta el nacimiento y el tiempo que vivieron Taré, Nacor, Serug, Reú, Péleg, Ãber y Selah, además de Arpaksad, que nació “dos años después del diluvio” (Génesis 11:10-32). Siguiendo estos cálculos llegamos a 2370 a.E.C., año en que comenzó el Diluvio.
Descargan las lluvias
Antes de repasar los sucesos que acontecieron en tiempos de Noé, serÃa conveniente leer desde el capÃtulo 7 de Génesis, versÃculo 11, hasta el capÃtulo 8, versÃculo 4. En cuanto a la lluvia, se narra: “En el año seiscientos de la vida de Noé [2370 a.E.C.], en el segundo mes, en el dÃa diecisiete del mes, en este dÃa fueron rotos todos los manantiales de la vasta profundidad acuosa, y las compuertas de los cielos fueron abiertas” (Génesis 7:11).
Noé dividió el año en doce meses de treinta dÃas cada uno. En la antigüedad, el primer mes empezaba a mediados de lo que hoy es septiembre. Las lluvias comenzaron en “el segundo mes, en el dÃa diecisiete del mes”, y siguió lloviendo por cuarenta dÃas y cuarenta noches durante noviembre y diciembre del año 2370 a.E.C.
Asimismo se informa: “Las aguas continuaron anegando la tierra por ciento cincuenta dÃas. [...] Y las aguas empezaron a retirarse de sobre la tierra, retirándose progresivamente; y al cabo de ciento cincuenta dÃas faltaban las aguas. Y en el séptimo mes, en el dÃa diecisiete del mes, el arca llegó a descansar sobre las montañas de Ararat” (Génesis 7:24–8:4). De modo que las aguas inundaron la Tierra durante ciento cincuenta dÃas o, lo que es lo mismo, cinco meses. Por tanto, el arca se posó sobre las montañas de Ararat en abril de 2369 a.E.C.
Ahora leamos Génesis 8:5-17. Las cumbres de las montañas aparecieron casi dos meses y medio (setenta y tres dÃas) después, “en el mes décimo [junio], en el primer dÃa del mes” (Génesis 8:5). Tres meses (noventa dÃas) más tarde —en “el año seiscientos uno [de la vida de Noé], en el primer mes, en el primer dÃa del mes”, es decir, a mediados de septiembre de 2369 a.E.C.—, Noé retiró la cubierta del arca y vio que “la superficie del suelo se habÃa desecado” (Génesis 8:13). Al cabo de un mes y veintisiete dÃas (cincuenta y siete dÃas), “en el segundo mes, en el dÃa veintisiete del mes [a mitad de noviembre de 2369 a.E.C.], la tierra quedó completamente seca”. Fue entonces cuando Noé y su familia salieron del arca y pisaron tierra seca. Por consiguiente, Noé y todos los que con él estaban pasaron un año lunar más diez dÃas (trescientos setenta dÃas) dentro del arca (Génesis 8:14).
RESUMEN: LOS DINOUSAURIOS EXISTIERON MUCHO ANTES DEL DILUVIO